Carlos Alberto Estrada, mejor conocido como Carlos “el skin” es un compañero anarquista mexicano detenido el 14 de mayo de 2001 acusado por la fiscalia de Robo. Durante su trayecto hasta la Procuraduría General de Justicia (PGJ) fue golpeado y amenzado psicológicamente por los federales; esta actitud infrahumana continúo durante su interrogatorio hasta ser trasladado al Centro de Readaptación Social en donde fue procesado por los siguientes delitos:

robo agravado

Porte de armas

intento de secuestro

intento de violación

lesiones.

Durante el proceso poco a poco se fueron cayendo las acusaciones de la fiscalia por una serie de incongruencias que solo ponían de relieve el carácter político del juicio.

a) Que los hechos ocurrieron el 7 de abril y Carlos fue detenido más de un mes después el 14 de mayo

b) La detención se realizó sin previa orden.

c) La parte acusadora dice reconocerlo por tener el pelo largo, cuando Carlos llevaba ya varios años de usarlo corto a rape.

d) Nunca se dice nada de los tres supuestos cómplices.

e) Se dice que con una mano realizaba un amague a las victimas, con otra sujetaba a la hija, y con una tercera le pasaba la pistola por los genitales, lo cual es totalmente imposible.

f) Carlos tiene testigos de que al momento del robo se encontraba en un Centro Social ubicado al sur de la ciudad.

Aunque se intento demostrar la inocencia del compañero el juez del 2º juzgado del fuero común lo condeno a una sentencia de 15 años y 6 meses de prisión, la reparación del daño y una multa de 6 mil dólares. Esta decisión se apeló, mediante lo cual se logró, después de algunos meses, que la sentencia se redujera a 12 años 6 meses de prisión y una multa de 6 mil pesos. Inmediatamente se interpuso un ampara directo, el cual no logró ningún beneficio.

Durante su juicio se produjeron una cantidad de irregularidades, como el hecho insólito de que días antes de que se dictara la sentencia en primera instancia, en casa del compañero se acerco una mujer que dijo que con 5 mil pesos podría salir en libertad. Debido a la desesperación de su madre, esta cancelo y más nunca se volvió a saber nada de la mujer.

Ha esta decisión se le suma que:

El primer abogado no hizo más que sacarle dinero a mi familia, aprovechándose de la falta de conocimiento en leyes y la desesperación de sus familiares.

El segundo sólo cobraba pero en realidad no realizaba nada en su favor dejando el asunto en manos del abogado de oficio (que paga el Estado y es parte de la misma institución acusadora, la cual en realidad sólo es creada para hundir en la cárcel a los pobres).

Un tercero nunca pudo realizar algo más allá de reducir mi sentencia, pues los anteriores habían agotado mis recursos jurídicos, y a este último le dejaron un caso lleno de negligencias en mi contra.

Hasta el momento lleva 6 años prisionero ilegalmente, por aquellos que dicen defender la justicia y la verdad, pero que en realidad se sustentan en la avaricia y la injusticia.

A nuestro compañero solo le queda solicitar la preliberación ante el juez ejecutor, lo cual consiste en que se le otorgaría la libertad condicional a cambio de que guarde un buen comportamiento ante la sociedad y acuda a las firmas periódicas dictadas por el juez, además de las pláticas. Esto solo puede ser solicitado una vez, y en caso de ser negada, ya solo quedaría esperar a que termine su sentencia.

En junio se informó que el caso de Carlos había entrado a Consejo para valorarlo, y después de esto se determina que Carlos es viable para obtener su libertad para las segundas preliberaciones de diciembre.

A través del Colectivo Sacco y Vanzetti y la Cruz Negra Anarquista de Venezuela, apelamos al sentido crítico y solidario de nuestros lectores para que de una vez por todas nos ayuden a romper el silencio de las prisiones y brindarle a Carlos un aliento de libertad.