Los sentenciaron culpables de portar armas, su defensor de oficio apeló
Policías se contradicen en su testimonio, dice un campesino

Javier Hernández Alpízar, Jalapa, Ver.- Siguen bajo proceso federal campesinos indígenas nahuas de la comunidad Lomas del Dorado en el municipio de Tzocohuite, Ver. Son cuatro de los once detenidos, el 14 de junio del año pasado, en violento operativo de la policía estatal veracruzana.
Integrantes del grupo conocido como “Dorados de Villa”, Alicio Martínez Cruz, Antonio Santiago Hernández, Pedro Gutiérrez Hernández y Basilio Villa Antonio se enteraron el 31 de diciembre, al ir a Tuxpan a firmar, de que la jueza Ema Herlinda (los campesinos no recuerdan el apellido) los sentenció como “culpables” por el delito de portación de arma, sentencia a la que el defensor de ofició ya apeló, según explicó Basilio Villa Antonio en conversación telefónica.
De la sentencia se desprende que tienen que pagar mil pesos de multa cada uno, para estar bajo libertad condicional, comenta el campesino huasteco. En su apreciación, las declaraciones de los aproximadamente doce policías que dan testimonio contra los campesinos son contradictorias, porque en ocasiones hablan de cuatro y en otras de tres pistolas, además en alguna parte dicen que les quitaron las armas al hallárselas escondidas bajo la camisa, y en otras declaran que los campesinos dispararon.
La sentencia consta de unas doce hojas, describe Basilio Villa, y se encuentra en un tribunal de Boca del Río Veracruz, ya que su defensor de oficio apeló.
El pasado 10 de junio de 2007, los campesinos tomaron un predio en Lomas del Dorado. Fueron demandados penalmente por despojo por la familia Faisal Ramal. Les armaron un expediente exprés (que viajó de Chicontepec a Villa Aldama y de regreso, para finalmente quedar en Chicontepec) y el 14 de junio los desalojó a tiros la policía estatal de Veracruz, dejando a Antonio Santiago Hernández una ojiva de bala alojada en un glúteo.
Los campesinos presos, junto con el observador de derechos humanos Javier Islas Cruz, fueron llevados primero a Benito Juárez y luego a Villa Aldama, donde, denuncian los campesinos, además de golpearlos, interrogarlos en castellano sin traductor ni abogado, ellos son nahuas, los obligaron a tomar unas pistolas que la policía les sembró y con las cuales les hicieron posar para fotos.
Los campesinos declaran que no portaron ni usaron armas, que solamente llevaban sus machetes. Pero, en el expediente, armado por las autoridades a su antojo, les atribuyen las siguientes pistolas Alicio Martínez Cruz (Escuadra 9 mm ) Antonio Santiago Hernández (Escuadra calibre 380), Pedro Gutiérrez Hernández (Pistola calibre 22), Severo Antonio Hernández (Revólver tipo Bulldog calibre 38), Basilio Villa Antonio (Pistola de plástico color cobre con negro, tipo encendedor).
Por atribuirles cartuchos “de uso exclusivo del ejército” los habría fichado la AFI , cuando estaban recluidos en Villa Aldama, según han denunciado los nahuas Dorados de Villa. Durante los careos con la policía los campesinos declararon, como han hecho siempre, que no han portado armas, y confiaban en que saldrían bien, porque quienes estaban dando declaraciones contradictorias eran los policías, pero en el último día del año, una justicia federal que no descansa, cuando se trata de sentenciar campesinos, les dio una sorpresiva sentencia de “culpabilidad” .
La organización Dorados de Villa es adherente a la Otra Campaña.



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