Los abuelos de nuestros abuelos, contaban, desde más antes que antes de que el rey gululuch fuera atrapado, las cosas eran un poco diferentes.

Los abuelos primeros, que ya estaban grandes de por sí, porque pues ya eran abuelos, mucha sabiduría guardaban sus cabezas y a veces esa sabiduría se les escurría, por eso se formaban en sus caras y una líneas como los surcos de la tierra, porque la sabiduría pesa, y los abuelos empezaban a contar para dar un poco a la gente.
La comunidad, cuentan ellos, no necesitaba andar ante las autoridades, bueno, decían, cada quien vive un poco bien, porque casi todos tenían un abuelo en la casa, entonces ya pa´que más autoridad, ya está bueno que cada abuelo aconseja.
Cuando una cosa que nunca había pasado, llegaba a suceder en el pueblo, se hacia junta de viejitos, de caras arrugadas, de gente de saber; un su mezcal se tomaban para que se ablandara un poco el saber de muchos años y fiera más fácil hablar. en una su asamblea se juntaban y se miraban unos a otros, haber quien empieza hablar.
- ¿qué hacemos con esto que no ha pasado nunca? –se preguntaban
- Mmmmmhhmhmhmh decían
- Mmmhmhmhmhmhm contestaban
- ¡¡saaabeeee!!! Decía otro
Y así largo rato se pasaban, o de plano se dormían de cansancio y otro día volvían hasta que encontraban arreglo. Nada de prisa, con calma, pero encontraban arreglo.
Y nadie se adueñaba de la palabra o del mando, todos podían hablar y todos escuchar, así que nadie quedaba atrás, nadie por encima, cuando encontraban una solución ahí iban y le decían a alguien, ¡puedes ayudar a resolver? Bueno decían si es que podían y entonces escuchaban el encargo y lo hacían, o sea, que mandaban obedeciendo.

Fue por entonces que llegó un brujo de por otro lado, de chipas se supo que venía, pero saber si de ahí era, porque nadie lo supo, nomás se dijo que de ahí venía, a lo mejor era de otro país, por lo que hizo después. Bueno era el brujo, contaba la gente.
Todo lo arreglaba. Desde un hipo hasta la mas fea enfermedad, entonces la gente contenta estaba y ya los brujos del pueblo, ya mejor, ahí estaban, ya ni caso los hacían, Ya no ya los ocupan, bien bravos que ya estaban!, bueno, decían si no nos quieren aquí, mejor vamos pa´ otra parte! ¡ya no ya nos quieren! ¡Mejor!
Pero entre la gente, empezó entonces a sentir que algo no le funcionaba bien. Que si se curó de un mal del estomago, que es que se le cerraba la boca y no podía hablar, así que veía cosas que no podía hablar. Otro que se curo se susto, nin mover podía su mano o su pie, así que aunque quisiera defenderse o trabajar por su pueblo, ya no ya podía hacerlo. Y así, gente que no escuchaba, por más que lo hablaran y la gente se quedaba inmóvil, quieta. La paz se hizo en Zanatepec, decían los brujos. Hora sí, todo apaciguado, podemos gobernarlos como queramos.
Entonces aquellos brujos se hicieron aves y se robaron las campanas de la iglesia.

Entonces los más viejos de los abuelos, que siempre pro su sabiduría que pesa, no tan fácil van a donde hay mucho alboroto, se volvieron a juntar y llamaron los brujos, pero como estaban bravos, no quisieron ir, y bueno, dijeron, hay que llamar al rey gululuch, seguro en la fiesta anda, pues ni modos, hay que molestarlo que por algo esta de vigía en el pueblo y así lo hicieron, pero los brujos se llevaban las campanas y bueno dijo guluchi, haya voy, y los alcanzó pero no pudo regresar las campanas y como la gente amarrada estaba, como ni ver podía, como ni oír ni caminar, pues no lo pudieron ayudar y guluchi quedó atrapado en otra parte, Chipas dicen que es, pero no mero lo han encontrado, a lo mejor porque no lo han buscado bien, porque como inmóviles están, por eso no lo encuentran.
Ahora, dos problemas tienen los abuelos de ahora, encontrar a guuchi y despertarlo o liberarlo o olvidarlo y el otro es ¿cómo vamos hacer pa´ que la gente se mueva, pa´que abran su ojo, su boca, su oído?
Una reunión están haciendo en el ejido hoy domingo 18 de mayo, saber que van a decidir, ojalá y lo encuentren un acuerdo pa´ movilizarse y cambiar su forma de gobierno.